Algo para los hispanoparlantes: la primera sinagoga en una carcel

NO HAY PRECEDENTES EN EL PAIS NI EN AMERICA LATINA

Inauguran en Villa Devoto la primera sinagoga en una cárcel
Será el lunes. Es un proyecto de la AMIA y el Seminario Rabínico Latinoamericano.

Juan Pablo Casas
jcasas@clarin.com

Será la primera de toda la Argentina. Y estiman que no hay otro caso igual en el resto de América latina. El lunes se inaugurará una sinagoga en la cárcel de Villa Devoto. Y el hecho histórico, impulsado por la secretaría de programas sociales de la AMIA y el Seminario Rabínico Latinoamericano, beneficiará a más de 20 presos que profesan la fe judía.

El templo, un espacio de 30 metros cuadrados y con capacidad para 40 personas sentadas, fue reacondicionado por los propios reclusos y un grupo de voluntarios de la mutual israelita.

"La apertura de la sinagoga en Devoto resulta un antecedente fundamental para que en otras penitenciarías del país se puedan concretar obras similares. Es el fruto de años de trabajo de mucha gente", anticipó el rabino Mario Hendler, uno de los directores del Seminario Rabínico. Desde hacía años, él, su alumno Daniel Goveschesky y un grupo variado de voluntarios realizaban servicios espirituales en la cárcel. "No teníamos un lugar fijo. Y gracias a la buena voluntad de los capellanes, atendíamos a los presos en la iglesia que existe allí. A partir de ahora disfrutaremos de un espacio propio para el encuentro, la asistencia, la lectura y la oración de manera periódica. Y por supuesto, la celebración de las fiestas tradicionales", explicó Hendler.

El plan también incluye acercarle a los reclusos comida kosher (alimentos que cumplen con los requisitos religiosos de faena y cocción), libros en hebreo, ropas, remedios y tarjetas telefónicas, entre otros.

"El programa de asistencia espiritual tiene, hasta el momento, alcances limitados. Vamos a Devoto, a las cárceles de hombres y mujeres de Ezeiza, y a Marcos Paz. Pero en cuanto sepamos de presos de fe judía en otras partes del país estaremos ahí para darles ayuda", remarcó Gregorio Spivak, secretario del programa social de la AMIA.

En las unidades ubicadas en la provincia, según estimaciones propias, se encuentran otros 20 presos de fe judía. La sinagoga en la cárcel es un viejo sueño de la mutual y del Seminario: luego de varios años de gestiones, a fines de 2005 el servicio penitenciario les asignó un espacio desocupado en el penal de Devoto para que levantaran el templo.

"Puede ser que una vez que empiece a funcionar la sinagoga, otros presos, que ocultan su condición religiosa por temor, se acerquen a recibir el servicio", estimaron Hendler y Spivak. Sin embargo, ninguno de los dos conoce casos o antecedentes de reclusos que hayan sufrido ataques o agresiones por su fe o creencia.

"Nadie pregunta por qué motivos los presos llegaron allí. No hacemos distinciones ni nada por el estilo. El servicio abre las puertas a todos", aclaró Spivak.

En los últimos años, el plan social impulsado por las dos organizaciones, en el que participan alrededor de 100 voluntarios, también alcanza a hospitales públicos, centros de salud y geriátricos de Capital y GBA donde haya internados judíos. Pero los responsables no tienen previsto abrir, al menos en breve, una sinagoga en ese tipo de lugares.

Fuente: www.clarin.com